lunes, 1 de noviembre de 2010

No es un adiós.

No me gustan las despedidas. Me siento tan vacía ahora mismo. Fueron tantas cosas las que compartimos, que es imposible lo echarlo en falta, porque cada paso que doy, cada sitio que recorro, hay algo en él que me recuerda a ti.
Cuando abro la ventanilla del coche, me parece oír ese CD que tanto te gustaba y que tantas veces escuchamos juntas.
Porque no encontraré rival mejor que tú que me ayude a superarme día a día. Recordaré cada uno de tus consejos para tenerlos siempre junto a mí y tocare "Amelie" mil veces con el piano.
Te recordaré en cada pasillo, cada escalera, cada aula, cada pirouetta y en cada sevillana.
Y quiero que ahora más que nunca, aprovecha tu presente, vive tu futuro. Sobretodo, sé feliz.

Esto no es un adiós, es un hasta pronto.

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