Siempre tú.

Todo empezó hace muchos años, cuando apenas sabíamos hablar, cuando aprendíamos a caminar, a compartir. Juntas aprendimos a tener sueños, y hoy seguimos compartiendo ilusiones.

Sé que todo el camino ha valido la pena, sé que ha valido la pena estar a tu lado y nunca dejaría de estarlo.
Quiero darte mi risa para que la riamos juntas, mi gozo para que seas feliz.
Y nunca dejes de luchar por lo que sueñas “porque no hay sueño tan grande que no se pueda alcanzar, ni soñador tan pequeño que no pueda soñar”.

Quizás nuestros caminos algún día se separen, pero tú me enseñaste que la distancia no hace el olvido.
Nadie ha sabido cuidar nuestra amistad como tú lo has hecho... GRACIAS.

This not true.

La gente a veces prefiere engañarse, por no aceptar la realidad.

No es un adiós.

No me gustan las despedidas. Me siento tan vacía ahora mismo. Fueron tantas cosas las que compartimos, que es imposible lo echarlo en falta, porque cada paso que doy, cada sitio que recorro, hay algo en él que me recuerda a ti.

Cuando abro la ventanilla del coche, me parece oír ese CD que tanto te gustaba y que tantas veces escuchamos juntas.

Porque no encontraré rival mejor que tú que me ayude a superarme día a día. Recordaré cada uno de tus consejos para tenerlos siempre junto a mí y tocare "Amelie" mil veces con el piano.

Te recordaré en cada pasillo, cada escalera, cada aula, cada pirouetta y en cada sevillana.

Y quiero que ahora más que nunca, aprovecha tu presente, vive tu futuro. Sobretodo, sé feliz.

Esto no es un adiós, es un hasta pronto.