Tus palabras, mi guía.

Nunca te diría estas palabras, porque me daría mucha verguenza, pero lo cierto es que he aprendido mucho de tí.
He aprendido de tu cercanía, de tu amabilidad. He aprendido del cariño que das a todos, sobretodo del cariño que me diste mí.
He aprendido de tu sinceridad, y a ser sincera conmigo misma.
De cada una de tus palabras, he aprendido a querer y a ser querida.

Yo, sin darme cuenta te he admirado.

Tú, sin darte cuenta me has enseñado a ser mejor persona.

Mi reloj, mi tiempo.

Solo quiero saber que no he perdido el tiempo, que he disfrutado cada día, cada segundo. Pero no todo está en mis manos.